Ayer fue el turno de Arantxa, la última de mis alumn@s que leerá su libro favorito. Lo llevaba bien escondido y nos explicó que era pequeño pero muy chulo y que servía para jugar a llamar por teléfono. Se lo habían regalado en casa por su cumpleaños.
Arantxa pidió una voluntaria que eligió ella misma que le ayudaba a apretar el botón del que salía una música mágica. ¡Cuánto gustó eso a los niños! Le dieron aplauso y punto verde sin pensarlo ni un segundo.
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